TALLER REGIONAL SOBRE CONSUMO, COMERCIALIZACIÓN Y DESPERDICIO DE PRODUCTOS PESQUEROS EN LA PANDEMIA

La FAO, de manera conjunta con INFOPESCA y la Red Panamericana de Inspección, Control de Calidad y Tecnología de Productos Pesqueros (REDPAN), ejecutó tres encuestas con el fin de determinar el impacto que ha tenido el COVID-19 en las actividades de consumo, comercialización y pérdidas de productos pesqueros en la cadena de valor de la pesca. En este marco, más de 50 personas de la región latinoamericana participaron del taller de “Discusión sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en el consumo, comercialización y desperdicios de pescado y productos pesqueros”, organizado por los organismos mencionados. El objetivo fue presentar los resultados y conclusiones obtenidos en las encuestas realizadas tras el brote del COVID-19 y proyectarse hacia un futuro post-pandemia sobre estos tres temas tan importantes en la región.

Tras un resumen de los diferentes trabajos y proyectos regionales ejecutados por INFOPESCA en los últimos años referentes a estos tres temas fundamentales para los países, se presentaron las conclusiones de las tres encuestas. La pregunta clave en estos trabajos fue si se decretó la cuarentena obligatoria o voluntaria en el estado o país de los encuestados, ya que las respuestas podrían estar condicionadas, lo que en muchos casos hace que se trate de una alternativa por las circunstancias especiales más que de una elección.

En la primera encuesta se presentaron los resultados sobre consumo de pescado antes y durante la pandemia del COVID-19. Se hizo hincapié en que se observaron algunos cambios que no sorprendieron, pero sirvieron para confirmar lo que se pensaba que era un probable efecto de la pandemia. Entre las principales conclusiones, se destacó que: 1) La frecuencia de consumo de pescado no varió significativamente durante la pandemia; 2) La pandemia modificó sustancialmente el lugar de consumo (creció el consumo hogareño); 3) Se observó una tendencia de caída de consumo fresco y aumento del pescado congelado y en conservas; 4) No hubo variaciones significativas en las especies consumidas ni en los cortes antes y durante la pandemia. Sí se observó una caída de consumo en el pescado crudo; 5) Más de un tercio de los encuestados no conoce el origen del pescado que consume. Quienes sí lo conocen, mostraron un aumento de consumo de pescado nacional, posiblemente por las trabas y dificultades del comercio internacional; 6) Apenas un cuarto de los encuestados compra de forma directa, la mayoría lo hace a través de intermediarios. En muchos casos esto encarece el producto y eso también se traslada a una alta percepción de que el producto es caro.

En segundo lugar, fue turno de hablar del impacto del COVID-19 en la cadena de valor de los productos pesqueros en América Latina y en sus mercados, en la que participaron empresas de procesamiento, exportación e importación. Entre las principales cuestiones observadas, se remarcó: 1) El impacto más importante fue el cierre de los restaurantes, cierres completos de pesquerías y de empresas procesadoras; 2) Las empresas de enlatados han experimentado un aumento importante en la demanda y en la venta, dado que los consumidores se volcaron a esos productos por miedo a quedarse sin alimentos durante la cuarentena; 3) La pandemia cambia las tradicionales cadenas de valor. Los productores, que tradicionalmente se concentran en la venta en los restaurantes, vieron una disminución fuerte en sus ventas e ingresos; 4) En el sector logístico, la reducción de vuelos comerciales impactó en la venta de productos de alto valor comercial. Esto resultó en menos demanda de los importadores, que creó menos interés en los procesadores y exportadores. También, los productores acuícolas redujeron la cosecha, resultando en menos demanda de alevines.

En la última encuesta, se presentaron los resultados de las pérdidas de pescado en la pesca artesanal. Entre las principales conclusiones, se destacó: 1) En Latinoamérica hubo un impacto considerable en el sector pesquero artesanal, generando la paralización de la actividad y la falta de canales comerciales donde vender el producto y de la cadena de valor, afectando directamente al pescador artesanal; 2) La prevalencia de malas prácticas para la manipulación y conservación del pescado y la poca agregación de valor, y la  ausencia de cadenas de frío, han contribuido a que la situación del pescador artesanal sea más grave; 3) La reducción de los ingresos por ventas ha sido considerable, generado principalmente por las cuarentenas; 4) El cierre de canales comerciales para la pesca artesanal causó problemas en la venta del producto capturado, reduciendo precios por la excesiva oferta y poca demanda. Se vendió a precios de remate, hubo donaciones, pescado consumido por la propia familia o el producto era desechado al no poder ser conservado.

Hacia futuro, los países participantes se comprometieron a compartir las principales áreas de prioridad y preocupaciones, para tener insumos para diseñar y avanzar en nuevos proyectos regionales. Se exhortó a que se siga compartiendo información entre expertos y se elogió que este tipo de encuentros sirvan de oportunidad para afianzar la cooperación entre los países en la región.

 

Fecha: 

Marzo, 2021

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