La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó el informe “El estado mundial de la pesca y la acuicultura” (SOFIA 2020) donde analiza el incremento de la producción y el consumo de productos pesqueros, y remarca el potencial de las medidas para lograr su sostenibilidad. 

El reporte incluye las principales tendencias en el suministro mundial de pescado, con una gran cantidad de datos sobre la pesca organizados por especies, regiones y si se capturan en estado silvestre o en piscifactoría. Según destaca el documento, “el consumo mundial de pescado per cápita ha alcanzado un nuevo récord de 20,5 kg por año y se espera que siga creciendo en la próxima década, poniendo de relieve su papel fundamental en la seguridad alimentaria y nutricional global”. 

Otro dato clave aportado es que la producción total de pescado aumentará a 204 millones de toneladas en 2030 -un 15 % más que en 2018-, y la cuota de la acuicultura crecerá desde el 46 % actual. Este crecimiento es cerca de la mitad del aumento registrado en la pasada década, y se traduce en un consumo anual de pescado que se prevé alcance los 21,5 kg per cápita en 2030. 

Una aclaración importante hecha por la organización en su sitio web es que “si bien el SOFIA se basa en información anterior al COVID-19, los datos de referencia que proporciona ya están ayudando a la FAO a responder con soluciones técnicas e intervenciones específicas para la pesca y la agricultura, que según el Director General es uno de los sectores más afectados por la pandemia. La actividad pesquera mundial puede haber disminuido en alrededor del 6,5 % como resultado de las restricciones y la escasez de mano de obra resultante de la emergencia sanitaria. (…) La interrupción del transporte internacional ha afectado sobre todo a la exportación de productos acuícolas, mientras que el fuerte descenso del turismo y el cierre de restaurantes han perjudicado de forma drástica a los canales de distribución de muchos tipos de pescado, aunque las ventas al por menor se han mantenido estables o han aumentado en el caso del pescado congelado, enlatado, marinado y ahumado con mayor capacidad de conservación. (…) Los mercados de insumos, las dificultades de contar con mano de obra migrante y los riesgos relacionados con mercados de productos frescos abarrotados repercuten en la producción y el consumo de pescado, y las cadenas de suministro informales están sometidas a una mayor tensión debido a la ausencia de relaciones contractuales y cadenas de frío bien establecidas. La FAO se ha centrado principalmente en apoyar, reanudar y fortalecer las cadenas de suministro y los medios de vida del sector, con atención prioritaria a los grupos y regiones más vulnerables”.

Además, en el estudio se incluye una sección especial sobre iniciativas de sostenibilidad para conmemorar el 25º aniversario del Código de conducta para la pesca responsable.

 

Se puede acceder a la versión en inglés del documento en este link: http://www.fao.org/3/ca9229en/CA9229EN.pdf

 

FAO también ofrece un sitio web interactivo para una lectura más ágil de todos los aspectos destacados del informe: http://www.fao.org/state-of-fisheries-aquaculture/en/