El estado de Río Grande del Sur aprobó la legislación para prohibir la pesca de arrastre de fondo en el mar territorial de Brasil, en un área de 12 millas náuticas que se extienden a lo largo de toda la costa del estado, con cerca de 13 000 km2. El objetivo es fomentar el desarrollo sostenible de la pesca y proteger los ecosistemas marinos. La política estatal fue diseñada por representantes de todas las asociaciones comunitarias de pescadores del estado, y contó con el apoyo de la ONG Oceana, que explica que "la nueva ley es un paso importante en el camino para que otras políticas públicas que promueven la pesca sostenible sean debatidas, propuestas y aprobadas en otros estados, así como a nivel federal". Según diferentes actores del sector, los pescadores consideran que esta regulación pesquera contribuirá enormemente a mejorar la pesca en el estado, uno de los más importantes de la industria pesquera brasileña.