Luego de dos años de interrupción por la pandemia, finalmente se llevó a cabo la tradicional y popular feria internacional de Boston (Seafood Expo North America), en su edición número 40, y que contó con la participación de 17 empresas e instituciones brasileñas. Siendo uno de los eventos pesqueros más grandes del mundo, la feria reunió a más de 830 expositores, lo que representó el 70 % del tamaño del evento de 2019, tiempos previos a la pandemia. El COVID-19 sigue siendo una preocupación para algunas empresas, que cancelaron su participación o redujeron el envío de representantes. Sin embargo, no fue el caso de los brasileños, que según el portal Seafood Brasil, “entusiasmados con el crecimiento del comercio exterior”, participaron en el stand compartido de la Agencia Brasileña de Promoción de las Exportaciones (APEX-BRASIL), o con su propio espacio. Tras un largo período sin poder realizar eventos presenciales, la reanudación de esta forma de contacto generó buenas perspectivas para nuevos negocios, expansión del networking, lo que puede ayudar mucho en las ventas. Hay gran expectativa de que tras el pasaje por la feria, las exportaciones brasileñas crezcan y que los productos brasileños sean cada vez más reconocidos con toda su diversidad, apreciados y consumidos, fortaleciendo así la imagen del sector. Los diferentes operadores destacaron la diversidad en oferta de productos pesqueros que tiene Brasil, y que llegaron muy bien posicionados: la recuperación de atún, langosta y camarón, y con una enorme variedad de pescado fresco y productos de piscicultura. A su vez, algunos empresarios remarcaron que la intención brasileña es reducir cada vez más los intermediarios, buscando clientes finales y abriendo nuevos mercados. En particular, el cultivo nacional de tilapia llegó a Boston con empresas que alcanzaron record de exportaciones de tilapia en los dos primeros meses de 2022, por lo que durante la feria se buscó la consolidación de esta tendencia de incremento de las exportaciones a Estados Unidos. Francisco Medeiros, presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de Piscicultura (PeixeBR), hizo hincapié en el cambio de perfil en la lista de exportaciones de tilapia, cada vez más concentradas en congelados (enteros y filetes), en detrimento de los filetes frescos destinados al sector estadounidense de los servicios de alimentos. El ejecutivo cree que el salto en las exportaciones de tilapia brasileña tiene un impacto positivo en el escenario nacional. “También consolida el mercado de exportación como un mercado de control de la oferta y la demanda en el mercado interno. Si hay una oferta de compra para la industria, es solo cuestión de procesar y exportar, sin impactar el mercado interno por exceso de oferta”, agregó. El crecimiento técnico de la piscicultura brasileña, aliado a la tasa de cambio, le dio al negocio una competitividad que Brasil no tenía. Otro producto, como el tambaqui, también tuvo un alto ritmo de crecimiento, a pesar de los bajos volúmenes. Por otra parte, la feria también sirvió para medir el interés extranjero en el camarón brasileño y mejorar las conexiones, ya que las exportaciones brasileñas de camarón vannamei nunca volvieron al nivel de 2003.